So hold your head up girl, and you'll go far.

  

Todo el mundo tiene problemas. Desde el que siempre va con una sonrisa dibujada, hasta el que siempre está en sus peores días. No importa la edad que tengas, ni la altura, ni de cuanta gente estás rodeada; siempre hay personas que no tienen otra cosa mejor que hacer, y empiezan a hacer de tu vida un sacrificio, haciendo de tu día, un día de mierda. Y si, me prometí a mi misma que no me volvería a importar lo que dijeran de mi, que seria tal y como soy, y que lo que dijeran los demás no influiría en mi forma de ver las cosas, en mi estilo de vida y en mi forma de ser; pero cuando crees que estás logrando conseguirlo, aparece una panda de estúpidos que intentan romper esa barrera desde años atrás, haciendo que incluso acabes el día llorando. Pero lo más importante no es rebajarte a su nivel, caer tan bajo, para solo decirle cuatro insultos y que sigan igual; si no tener gente a tu lado que te entienda, que te diga que siempre estará ahí, que te ayude a que el mañana sea mejor que ayer, que pierdan su hora del patio para decirte que tu no te mereces eso, que sea ese tipo de persona que puede iluminar una habitación y que siempre tiene algo bueno que decir a todo el mundo; que hace que te des cuenta de que no hay las suficientes palabras en el mundo, en todos los idiomas, para agradecerle todo lo que ha hecho desde que la conociste; que sepas que está ahí y que si algún día te olvidas, unos cascabeles negros te ayuden a saber que permanece donde siempre; y que con un simple CD de antaño consiga levantarte el ánimo haciendo que mientras escribes esto tengas lágrimas en los ojos.

Así que no importa si tienes uno, dos, o mil días malos; lo que importa es saber que no estás solo.