Son tiempos difíciles para los soñadores; para aquellos que sueñan de día y viven de noche.
Todos tenemos días en que creemos que el sol brilla más en otra parte; días en los que desearías no haber deseado algo tanto; aferrarte tanto a algo intangible que ni si quiera ha empezado; de verte ya ahí arriba; de imaginártelo.
Es la magia de apostarlo todo por un sueño que no ve nadie, excepto tú...
Y de alegrarte cuando alguien te repite lo mismo de siempre, lo improbable que pue...de llegar a ser lo que sueñas ... Porque lo improbable, es por definición probable.
Ojalá que la espera no desgaste mis sueños; ojalá que esta haya sido solo el inicio de algo grande; ojalá, que nunca jamás deba de volver a decir ojalá.
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